domingo, 24 de enero de 2010

Jean de la Fontaine

BIOGRAFÍA:


Jean de la Fontaine fue uno de los mayores fabulistas de la historia.

Nació en Chateaux-Thierry se dice que el 8 de Julio del 1621. Fue un escritor francés que escribió las fábulas más famosas de los tiempos modernos, estudio en la universidad de Reims. Durante muchos años siguió los pasos de su padre como inspector forestal del ducado de Chateaux-Thierry.

Estudió derecho hasta tercero, donde aprendió sobre todo latín, pero no se interesó por el griego clásico, hecho del que se arrepintió más tarde cuando lo necesitó para leer textos antiguos de Esopo y sólo pudo leer una traducción latina.

En 1641 ingresa en un monasterio, donde se dedica sobre todo a la lectura, pero esa vida no le gusta y lo acaba abandonando 18 meses después. En ese momento retoma los estudios de abogado y se licencia en 1649, pero mietras tanto su padre lo obliga a casarse en 1657 con Marie Héricart, de 14 años. No llega a ser nunca un matrimonio feliz, aún teniendo un hijo, Charles, en 1653.

En 1652 “hereda” el trabajo de su padre, un trabajo pesado al que renuncia más tarde.

A partir de 1650 recibió la ayuda de diversos nobles e influyentes mecenas literarios. Su principal obra publicada fue una adaptación (1654) de Eunuco, del dramaturgo romano Terencio, pero su fama literaria reside en sus cuentos y relatos en verso (1644).

Durante esta época, cuando puede se desplaza continuamente a Paris, donde se hace amigo de los grupos más ricos y libertinos de la época. Poco a poco va despertándosele el interés por la poesía.
En esa época entra al servicio de Nicolás Fouquet, entonces superintendiente en finanzas del Rey. Del que pasa a ser protegido. En este periodo escribe una treintena de poemas.

Con el tiempo Fouquet caerá en desgracia, y tuvo en contra a ciertos cortesanos. La Fontaine fue su defensor más fiel, lo que le valió la enemistad del nuevo superintendente y del mismo Luis XIV de Francia.

En esa misma época entra en contacto conMolière, Boileau y Recine. Escribe “Los amores de Psique y Cupido! En 1669. Para poder huir de sus enemigos en la corte, se hizo protegido de diferentes duquesas la de Bouillon y la de Orleans.

En 1684 entra en la academia francesa, con bastante dificultades, pero allí sabe hacerse con amigos, además de demostrar ser un académico excelente. Allí conoce a Boileau, Perraul y Furtière. Murió en París el 1695.
La Fontaine escribió 243 fábulas, y aunque muchos consideran que no inventó nada, que sólo se basó en fábulas antiguas ya existentes, fue capaz de escribirlas en un lenguaje llano, entendible para la gente de la época.

FÁBULAS:
Las fábulas de La Fontaine constituyen una de las cumbres del clasicismo y una obra maestra de la literatura francesa de todos los tiempos. Inspiradas en los modelos clásicos, desde Esopo a Horacio, pero también en la tradición de los cuentos orientales, este volumen recoge los doce libros de fábulas escritos por La fontaine (un total de 240 textos) que, unido a las magistrales ilustraciones de Gustavo Doré realizadas en 1867 harán las delicias de pequeños y mayores.
El bestiario tradicional empleado permite una amable transposición de la sociedad humana y de sus defectos. Sin embargo, los animales no son estereotipados reducidos a un papel constante, por ejemplo, el león tan pronto aparece como un ser brutal, injusto, tiránico ( Les animaux malades de la peste) como sensato y generoso (Le lion et le rat); aunque las jugadas del zorro provocan en ocasiones la risa, no siempre le muestran aventajado; la tortuga, sagaz en el momento de ganar a la liebre, es necia cuando se confía a los dos patos para que la lleven por los aires. El empleo de animales como protagonistas, es entre otras cosas, una forma de tomar distancia de los comportamientos humanos y sociales y de tomar conciencia de sus mecanismos; es también una manera de hablar de los poderosos, como el rey, sin despertar sus iras; un medio, además de atraer la atención hacia la sensibilidad y la inteligencia de los animales contra la tesis cartesiana de los “animales-máquina”.
En las Fábulas, la sonrisa y la risa están siempre presentes, incluso en los temas más graves puesto que lo cómico es en ellas multiforme. El humor característico de la Fontaine, con respecto a Esopo especialmente, viene dado por la mezcla de tonos y de intervenciones socarronas del autor sobre la base de una estructura dramática sencilla.
Escritas para lectores adultos, las Fábulas tendrán que esperar al siglo XIX para convertirse en clásico de la literatura infantil. Sus versos se eneseñaban en el colegio para inculcar de forma agradable algunos aspectos de la moral. Las Fábulas de La Fontaine fueron en esta época el arquetipo de “libro de premio” que se entregaba al final del año escolar. De él mucha gente es capaz de citar de memoria al menos algunos versos.
ALGUNAS FÁBULAS:

EL GATO Y LOS RATONES
Un gato, llamado Rodilardo,
causaba entre las ratas tal estrago
y las diezmaba de tal manera
que no osaban moverse de su cueva.
Así, con tal penuria iban viviendo
que a nuestro gato, el gran Rodilardo,
no por tal lo tenían, sino por diablo.
Sucedió que un buen día en que Rodilardo
por los tejados buscaba esposa,
y mientras se entretenía con tales cosas,
reuniéronse las ratas, deliberando
qué remedio tendrían sus descalabros.
Habló así la más vieja e inteligente:
-Nuestra desgracia tiene un remedio:
¡atémosle al gato un cascabel al cuello!
Podremos prevenirnos cuando se acerque,
poniéndonos a salvo antes que llegue.
Cada cual aplaudió entusiasmada;
esa era la solución ¡estaba clara!
Mas poco a poco reaccionaron las ratas,
pues ¿cuál iba a ser tan timorata?
¡Quién iba a atarle el cascabel al gato!
Así he visto suceder más de una vez
-y no hablo ya de ratas, sino de humanos-:
¿a quién no lo han golpeado los desengaños?
Tras deliberaciones, bellas palabras,
grandes ideas... y, en limpio, nada


LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.
Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.
Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:
-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?
-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.
-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.
No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.

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