domingo, 24 de enero de 2010

Pautas para incitar a los niños a la lectura

Pautas para fomentar la lectura en niños




03 / 2007
Promover y difundir el hábito de lectura en los niños es una tarea que nunca debe cesar. Para que funcione hay que estar atentos a las características individuales de cada niño, a sus gustos, preferencias y a su disponibilidad de tiempo; guiar a los hijos con libertad es la mejor forma de mantener los lazos de ellos con los libros.

Lo que hay que hacer:
• Leerles en voz alta. Los niños pueden aprender muchísimo sobre el lenguaje al escuchar a sus padres, por eso es importante la lectura en voz alta. Hay que buscar literatura acorde a la edad del niño, en un lenguaje simple y sencillo, con muchas imágenes y contenidos gráficos; poco texto y letras grandes en un inicio.
• Permitir que el niño lea. Es bueno dejar que lea algún artículo del periódico o libro que le leemos en voz alta, ser paciente cuando ello ocurra ya que está aprendiendo y se necesita motivarlo.
• Conocer lo que le gusta: Hay que observar los juegos que le gustan, los programas de televisión, eso ayudara a buscar un tipo de literatura que le agrade, no importa si esta literatura es sobre videojuegos o comics.
• Valorar lo que se lee: los libros son elementos que debemos enseñar a usar, cuidar y valorar desde muy pequeños. Es bueno crear un espacio en casa apropiado para usarlo como sala de lectura o biblioteca, mantenerlo limpio y ordenado.
• Conversar con el niño: finalizada la lectura, hay que conversar con el niño sobre lo que le gustó y no le gustó de la historia, sobre su personaje favorito, etc.
• Realizar visitas: es bueno utilizar parte de nuestro tiempo libre para visitar juntos librerías o bibliotecas en donde puedan buscar libros que le gusten. Hay que hacerlo participar en actividades culturales en donde se fomente los hábitos de lectura.
• Buscar un horario adecuado. Es bueno compartir un tiempo de lectura con el niño, buscar el mejor momento del día para hacerlo, de tal forma que sienta que uno está entusiasmado al leerle.
• Practicar fuera de casa. En las salidas hay que jugar con los niños a adivinar lo que dice en los carteles o anuncios publicitarios que hay en la vía pública. Es bueno leerle carteles y nombres de calles. De esta forma mientras se juega se fomenta que lea.
• Utilizar la lectura como un juego: hay que compartir espacios de juego en donde los chicos escuchen cuentos y buscar la forma de representar esas historias (a través de títeres, dibujos), generando, de esa manera, curiosidad y motivación para seguir leyendo.
• Compartir la curiosidad de los chicos. Dejar que hagan preguntas y expresen su curiosidad en relación a lo que leen. Escucharlos y no juzgarlos, así como contestar todas las preguntas que hagan en los momentos de la lectura.
• Enseñar nuevas palabras. Cada vez que finalicen una lectura, hay que preguntar qué palabras no entendió, explicarle su significado, para, así, incrementar su vocabulario y ayudarlo a identificar letras y palabras.
• Leer más de una vez. Así como los niños pueden ver una película varias veces, también pueden querer leer un cuento muchas veces. Si lo piden, hay que permitírselos.
• Ayudar a desarrollar la imaginación. Es bueno comparar experiencias ilustradas en los libros con experiencias reales. Fomentar que inventen sus propias historias.
Lo que no debemos hacer:
Evitar utilizar la lectura como castigo o amenaza. Hay que tener en cuenta que las conductas se mantienen o eliminan dependiendo muchas veces de las consecuencias que reciben. Si utilizamos la lectura como castigo, estaremos generando resistencia a ella.
• Sermonear: Cuando uno intenta persuadir mediante sermones o hace un discurso sobre lo importante que es leer, a un niño no habituado a esa conducta, sin querer refuerza el deseo de no hacerlo, pues presta atención a la conducta inadecuada de no leer.
• Darle siempre refuerzos materiales. Al inicio para generar una nueva conducta (hábito de leer) es importante reforzarla con algo que le agrade. Sin embargo una vez que la conducta de leer esté instalada, es importante reducir los refuerzos materiales e incrementar los elogios, halagos y cumplidos. La idea es que, con el tiempo, el niño se sienta motivado a leer independientemente de la recompensa que pueda recibir.
• Juzgarlos. Hay que evitar comparar el desempeño del niño en el colegio con el hábito de leer.
• Criticar sus preferencias. Hay que respetar sus preferencias, esto le genera autonomía, auto-confianza y habilidades de lectura y lenguaje.
• Reforzar los pequeños pasos. Todo progreso en los hábitos de lectura deben ser reforzados.
Es importante recordar que el hábito de la lectura es una conducta que el niño irá aprendiendo a lo largo de los días y de los años, por lo que es necesario prestarle atención y reforzarlo.
Y, sobre todo, no se debe olvidar que los niños aprenden a hacer y sentir aquello que ven y oyen, no aquello que le ordenamos que hagan, es decir que aprenden por imitación. Es importante que sirvamos como modelos de referencia para fomentar los hábitos de lectura. Hacerlo no sólo generará el gusto por la lectura, sino que también nos permitirá realizar actividades en conjunto.

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